Descubre por qué llora y cómo puedes calmarle
Al principio, te será difícil entender cuál es el motivo por el que llora. Sin embargo, actuando por instinto e, inevitablemente, equivocándote, pronto aprenderás a adelantarte a sus exigencias y a conseguir que deje de llorar.
A continuación, te ofrecemos una breve lista de las posibles razones por las que suele llorar un bebé junto con algunos consejos para conseguir que se calle.
Descubre por qué llora
Mamá, tengo hambre
Una vez que hayas aprendido a reconocer las señales que el pequeño te envía cuando quiere que lo alimentes (está agitado, balbucea y, si lo coges en brazos, busca el pecho), te convertirás en una experta en amamantarle incluso antes de que empiece a llorar. De todos modos, cuando llore, asegúrate de que realmente tiene hambre. De otra manera, podría habituarse a considerar el pecho o el biberón como la respuesta automática a cualquiera de sus exigencias.
Mamá, el pañal
Algunos niños expresan la necesidad de que se les cambie el pañal muy a menudo, mientras que para otros el pañal no representa molestia alguna. En cualquier caso, resulta muy fácil averiguar si ésta es la causa del llanto del pequeño. Lo único que hay que hacer es mirar el pañal.
Mamá, tengo frío; mamá, tengo calor
A los más pequeños les encanta estar calentitos. Como regla general, recuerda que has de poner al bebé una capa más con respecto a la ropa que tú llevas. Cuando tenga frío, por ejemplo, cuando lo estés cambiando, te lo hará entender llorando. Aprenderás a cambiarlo rápidamente para que coja el menor frío posible y después a taparlo para que deje de llorar. Asegúrate también de no haberlo abrigado demasiado, si bien esta última sensación es más difícil de identificar. De hecho, en este caso, el niño tiende a lamentarse con menor convicción.
Mamá, cógeme en brazos
Los bebés necesitan que los cojan en brazos y los mimen, así como ver el rostro de sus padres y oír su voz. Al bebé le gusta especialmente oír el latido del corazón de su madre y sentir su olor característico. Por consiguiente, después de comer, eructar y ser cambiado (cuando ya no tiene ningún motivo para llorar), simplemente quiere que lo cojan en brazos y lo mimen. Las atenciones requeridas varían de niño a niño; unos quieren muchas y otros menos. A esta edad, no hay peligro de que se malacostumbre.
Mamá, estoy cansado
Si bien los niños siempre requieren atenciones, se cansan con facilidad y se derrumban. Advertirás que el pequeño llora exhausto después de todo un día rodeado de una familia que lo adora, o bien que tendrá momentos, sobre todo en las últimas horas del día, en los que parecerá llorar sin motivo alguno. Este hecho se produce porque los bebés tienen dificultades para filtrar todos los estímulos que reciben – las luces, los sonidos, el hecho de ser cogido en brazos, ver a tantas personas distintas – y, en consecuencia, lloran para decir a todos que ya tienen bastante. Cuando esto suceda, lleva al pequeño a un lugar tranquilo y deja que descanse un poco.
Mamá, me encuentro mal
Si acabas de dar de comer al bebé y has comprobado que todo está bien, considera el hecho de tomarle la temperatura para asegurarte de la ausencia de cualquier trastorno. El llanto de un bebé enfermo es distinto de cualquier otro. Muy pronto aprenderás a darte cuenta de cuándo hay algo que no funciona y así se lo indicarás al pediatra.
Cómo actuar cuando no sabes el motivo
Habrá algunas veces que no sabrás qué le puede estar sucediendo a tu hijo y desconocerás el motivo por el que no deja de llorar. Muchos bebés sufren períodos de agitación en los que no se calman fácilmente, que pueden prolongarse desde unos minutos a períodos más largos.
Por otro lado, puede tratarse de un cólico, en cuyo caso el llanto podrá durar incluso algunas horas y repetirse varias veces en una semana.
¿Qué puedes hacer?
Te proponemos algunos métodos para calmar este llanto del pequeño.
• Cógelo en brazos, envuélvelo en un arrullo y acércatelo al cuerpo para que se sienta totalmente seguro.
• Puedes calmarle haciéndole oír el latido de tu corazón, una música muy suave o bien cantándole una nana.
• A veces, el pequeño necesita un poco de movimiento. Puedes acunarle o darle un paseo en coche.
• Si tiene un cólico, realizarle un masaje en la barriga o en la espalda constituirá un método que le proporcionará alivio.
Cuídate a ti misma
El llanto de un niño puede ser muy estresante para los nuevos padres, que suelen tener falta de sueño y sienten inseguridad sobre cómo afrontar la nueva situación. Si ya has hecho todo lo posible (le has dado de comer, lo has cambiado, te has asegurado de que no tenga frío ni calor y de que se encuentra bien), pero el niño continúa llorando, ha llegado el momento de pensar un poco en ti misma.
No debes sentirte frustrada si no consigues que se calle. Ponle a dormir y deja que llore un poco; puedes llamar a una amiga para pedirle consejo o concederte una pausa y dejar que otra persona se ocupe del bebé. Pon un poco de música relajante, respira profundamente y recuerda que llorar no le provoca dolor y que cuando llora es que quiere expresar algo que simplemente no te puede decir. Repítete a ti misma que este período pasará.
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