TRASTORNOS DE LA CONDUCTA

TRASTORNO DE LA CONDUCTA O TRASTORNO DISOCIAL

Dentro de los trastornos de conducta, el trastorno disocial es uno de los más característicos; suele ir asociado con conflictos familiares, pobreza, defectos genéticos y adicción a drogas o alcoholismo de parte de los progenitores. Si hiciésemos una breve incursión histórica sobre los autores que han trabajado en el estudio de la conducta infantil, veríamos que el interés suscitado por esta temática proviene del siglo XIX; los autores de la época englobaban los problemas de la conducta en la infancia con aquellos otros relacionados con la hiperactividad, bajo el epígrafe de “niños inestables”, como los denominaba Bourneville. Tras este autor siguieron sus pasos otros de la talla de Still (1902) o Heuyer, para quien la conducta disocial de estos chicos se debía a factores psicosociales. Heuyer los denominaba como “niños anormales y delincuentes juveniles”. No será, sin embargo, hasta mediados del siglo XX cuando este trastorno encuentre su correcta delimitación desde un punto de vista clínico, hasta llegar a su actual denominación como Trastorno de Conducta. Es el momento en el que se analizan los síntomas más evidentes de este comportamiento como las rabietas no controlables, la agresividad hacia sus compañeros y familiares y toda una amplia gama de manifestaciones, como iremos analizando en los apartados siguientes.

Nosotros, para el análisis de este trastorno hemos seguido los criterios establecidos tanto por el DSM-IV como por el CIE 10, de la OMS. A partir de ellos nuestra única pretensión ha sido acercarnos a su problemática, al mismo tiempo que dar unas pequeñas indicaciones sobre su tratamiento, según la información ofrecida por los expertos en esta materia.

El trastorno de conducta o trastorno disocial
¿Cómo se supera este trastorno?
¿Qué hacer los padres?
Asociaciones y páginas web de interés

El trastorno de conducta o trastorno disocial

Se entiende como trastorno de conducta a la alteración del comportamiento, que se manifiesta de una manera antisocial, ya desde la infancia, y que se refleja en una serie de violaciones de normas que no son propias de la edad, como los enfrentamientos con otros niños; escaparse de clase, etc., y que son consideradas más allá que la propia “maldad infantil” o rebeldía del adolescente. Estas manifestaciones van unidas a una serie de situaciones familiares, sociales, escolares que las van a potenciar. Aunque aparecen en etapas infantiles, pueden continuar y se amplia en la edad adulta. Por otra parte, indicar que este trastorno afecta, al igual que ocurre con el TDAH, en mayor medida más a los niños que a las niñas, en porcentajes que van entre el 6 y el 16 por ciento para los niños y entre el 2 y el 9 por ciento para las niñas.

Este tipo de trastorno disocial suele ir precedido de otro trastorno, el negativista desafiante, que aparece con mayor frecuencia en los años preescolares, mientras que el trastorno de conducta aparece en niños mayores, en adolescentes. Esta opinión, sin embargo, hoy en día es discutida por algunos autores.

¿Cómo se manifiesta?

Los síntomas del trastorno disocial van unidos a un tipo de comportamiento repetitivo y persistente en el que se violan los derechos básicos de las personas, así como normas sociales propias de la edad. Según los criterios establecidos por el DSM-IV la edad en la que suele aparecer es a partir de los 15 años. Los expertos nos ponen sobre aviso de que algunos de estos síntomas pueden mostrarse también en niños que no padecen este tipo de trastorno de conducta, siendo más frecuente su aparición en aquellos que padecen TDAH. Asimismo, suele manifestarse junto con otros trastornos de la salud mental como, por ejemplo, los trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, de estrés postraumático, abuso de drogas, trastornos del aprendizaje, etc. Como se ve síntomas más propios de un trastorno de conducta negativista y desafiante, considerado por algunos autores como fase previa al trastorno disocial. Los padres habrán de estar muy atentos a estos síntomas y recurrir al médico cuando considere que su hijo presenta un cuadro parecido. Los síntomas más frecuentes, según el DSM-IV, van acompañados de los siguientes comportamientos:

Comportamiento agresivo, que se manifiesta tanto hacia las personas como hacia los animales, sin que exista una afectación emocional, al menos en apariencia. Suele ir unida a una amenaza o a un daño físico a otras personas, reflejada en una conducta intimidatoria; enfrentamientos físicos; acciones violentas hacia los demás; utilización de armas (palos, piedras, cuchillos, botellas rotas, pistolas); suele ser cruel con las personas y los animales; roba a sus víctimas; fuerza a otras personas a mantener una relación sexual con él; se manifiesta de una manera cruel con los animales.

Comportamiento destructor, caracterizado por un vandalismo y un espíritu destructor de la propiedad privada, generalmente de los otros, que puede llegar, incluso, al incendio intencionado de esa propiedad. El fin no es otro que el de causar el mayor daño posible.

Falsedad y engaño. Se caracteriza porque fuerza la entrada en el edificio, casa o automóvil de otras personas; utiliza la mentira para obtener aquello que de otra forma no alcanzaría o para evitar la ejecución de sus obligaciones; es un mentiroso incumplidor. Su objetivo único y prioritario va encaminado a conseguir sus propósitos.

Violación de reglas. En este apartado nos referimos a aquellas reglas que son propias de los niños y adolescentes, como las relacionadas con la no asistencia a clase (hacer novillos); realizar bromas pesadas; travesuras de todo tipo; pasar la noche fuera de casa, pese a la negativa de los padres; etc.

Los primeros síntomas, sin embargo, suelen ser más simples y a veces nos pueden confundir con la evolución propia de la edad. Estos síntomas o "señales de alerta" son: una ira intensa; ataques de furia o pataletas; una irritabilidad e impulsividad extremas; y frustrarse con facilidad. A consecuencia de todo ello el niño que padece un trastorno disocial sufre un fuerte deterioro en su vida social, académica o laboral. Por último, conviene señalar que los trastornos de conducta presentan, en cuanto al sexo, una serie de diferencias; así, por ejemplo, en los chicos se observan conductas agresivas y violentas, mientras que en las chicas son más frecuentes los incumplimientos normativos.

Atendiendo a los criterios establecidos por CIE 10, los trastornos disociales más característicos son:

Trastorno disocial limitado al contexto familiar. Son niños que muestran su agresividad o violencia únicamente dentro del entorno familiar y que se refleja en robos de dinero a algunos miembros de la familia; roturas de objetos, ropas y enseres o pertenencias propias de la familia; pueden llegar, incluso, a provocar el incendio de la casa.

El origen se puede encontrar en un fuerte enfrentamiento entre el chico y un miembro de la familia.

Trastorno disocial en niños no socializados. En este trastorno se combina un comportamiento disocial agresivo con una importante dificultad para las relaciones personales con otros chicos.

Son chicos que son rechazados por los demás chicos de su edad, con los que mantienen un enfrentamiento; tampoco encuentran facilidad para tratar con los adultos. Todo ello les lleva a tener una grave falta de afectividad. A veces suele convertirse en delincuente en solitario, apareciendo entonces todos lo síntomas mencionados: violencia, peleas, robos, etc.

Trastorno disocial en niños socializados. A diferencia del caso anterior aparece en chicos que se encuentran integrados en grupos, con una fuerte socialización. Su relación con los adultos y con su familia suele ser conflictiva. Normalmente, sin embargo, actúa fuera del ámbito familiar, siendo su radio de acción más el escolar, donde se rodea de una pandilla con la que llevar a cabo los delitos (robos, intimidaciones, etc.); aunque la mayoría de las ocasiones se queda en una mera ausencia escolar.

Trastorno disocial desafiante y oposicionista. Este trastorno se circunscribe a los chicos menores de diez años y se caracteriza porque éstos muestran una clara tendencia desafiante, desobediente y provocadora, que va más allá de las típicas travesuras pero sin llegar a comportamientos tan agresivos y violentos como los anteriores. El comportamiento de este tipo de chicos está más relacionado con una oposición activa hacia todo aquello que les ordenan los adultos, especialmente, los padres y profesores, así como a molestarles intencionadamente. Son chicos fácilmente irascibles, pierden el control con facilidad y se enfrentan con aquellos que le echan en cara sus fallos.

Trastornos disociales y de las emociones mixtos. Son aquellos trastornos caracterizados por una combinación de comportamientos de tipo agresivo, disocial o retador, que suelen ir acompañadas de cuadros depresivos, de ansiedad, etc. Sus principales subtipos son:

- Trastorno disocial depresivo: se combinan algunos rasgos de trastorno disocial de la infancia con otros de depresión persistente que originan sentimientos de infelicidad o pérdida de interés por todo lo habitual.

- Otros trastornos disociales y de las emociones mixtos. Combinan trastornos disociales de la infancia con otros como ansiedad, temores, fobias, despersonalización, etc.


Causas que originan el Trastorno de Conducta

Este comportamiento agresivo y violento, que puede incluso llevar al menor a la utilización de armas de fuego, va generalmente unido a una serie de causas multifactoriales que han provocado esta situación. Algunas de las más significativas son:

Relación de este trastorno con una afección en el lóbulo frontal del cerebro, lo que impide a estos niños llevar a cabo actuaciones de planificación o evitación de riesgos, así como aprender de sus experiencias negativas.

Factores de origen genético, heredados de la familia. En este sentido es frecuente encontrar en el entorno del niño familiares con trastornos mentales graves, como esquizofrenia, paranoia, trastornos de la personalidad o anormalidades neurológicas.

Es frecuente, también, encontrar niños con trastornos de la conducta que presentan síntomas del Trastorno de la Atención e Hiperactividad.

Familias desestructuradas y con problemas graves entre sus miembros, que no suelen contar con el necesario apoyo familiar. Suelen ser hijos de familias marginales y muy inestables: los padres se han divorciado; son hijos de madre soltera o de padres en paro. Estas situaciones han llegado a provocar que estos niños sufran en sus propias carnes la violencia en el hogar.

Problemas de rechazo social; niños que no son bien aceptados entre el resto de sus compañeros.

Bajo nivel socioeconómico en la familia (pobreza, carencia de medios, necesidades económicas de todo tipo).

Comportamiento agresivo o violencia previa. A veces, va unido a situaciones de abuso físico o sexual, donde ellos han sido las víctimas.

Exposición a la violencia en los medios de difusión (televisión, radio, etc.).

Uso de drogas o de alcohol, o de ambos.

Presencia de armas de fuego en la casa.

Daño cerebral debido a heridas en la cabeza.

Convivir con compañeros delincuentes.

Algunos autores encuentran una asociación entre este trastorno y los trastornos de la personalidad, en especial los referidos a la personalidad sádica, que es uno de los síntomas más destructivos de este trastorno. Este afán destructivo lo dirigen hacia los demás y se identifica al principio de la edad adulta. En los niños se presenta en forma de crueldad hacia los animales.

¿Cómo se supera este trastorno?

En primer lugar, debemos de tener muy claro que nuestro hijo o alumno tiene un trastorno de conducta, de ahí la importancia que tiene acudir a médicos especializados (psiquiatras) que serán los que nos den un diagnóstico preciso; para ello será fundamental la información aportada por los propios padres y profesores. Una vez que los psiquiatras han diagnosticado que el niño tiene un trastorno de conducta se le pondrá un tratamiento temprano que ayude a prevenir problemas futuros. Por otra parte, se tendrá en cuenta que el trastorno de conducta suele manifestarse con otros trastornos de la salud mental como la ansiedad, estrés, hiperactividad, etc., y que deben de recibir un rápido tratamiento.

El tratamiento a seguir dependerá de diversas circunstancias y que tendrá muy en cuenta el médico. Entre ellas: la edad del niño y su estado general; los síntomas que presente; su tolerancia a determinados medicamentos; etc. Los expertos nos señalan los siguientes puntos a la hora de poner un tratamiento (ver http://www.healthsystem.virginia.edu/UVAHealth/adult_mentalhealth_sp/condis.cfm):

Un enfoque cognitivo-conductista, cuyo objetivo es “aumentar la capacidad del paciente de resolver los problemas y sus habilidades de comunicación, así como promover técnicas para controlar los impulsos y la ira”.

Terapia familiar, dirigida a introducir una serie de cambios dentro de la familia y a mejorar la comunicación y las relaciones entre sus miembros. Se trata, por otra parte, también de un entrenamiento del joven dirigido a resolver sus problemas. Asimismo, es muy importante un adiestramiento educativo de los padres; según el Gabinete Médico Psicológico del doctor Juan Romeu, este entrenamiento ha sido muy efectivo, hasta el punto de haber disminuido la conducta agresiva y provocativa de los chicos hasta las mismas tasas de sus compañeros no problemáticos.

Terapia de grupo con los compañeros, que pretende mejorar las capacidades de socialización de los individuos. Esta ayuda es muy importante que se lleve a cabo desde la escuela, donde se ofrecerá un apoyo desde el servicio de psicología y de todo el claustro, en general.

Medicamentos. No se disponen de fármacos específicos para el trastorno de conducta. Sí se ha comprobado que la utilización de ciertas técnicas de modificación de conducta en unión de ciertos medicamentos han alcanzado una modificación de ciertas conductas agresivas.

Para el doctor Juan Romeu es muy efectiva la terapia de conducta para el tratamiento de conductas específicas y todavía es mayor cuando se combina con el adiestramiento de los padres. Aunque para llevar a cabo tales terapias aconseja su aplicación en centros especialmente dedicados al acogimiento, tratamiento y reinserción de los niños con tales alteraciones.

No obstante, la medida más eficaz será una prevención a tiempo del trastorno, en el que tendrán mucho que ver padres y maestros, que ante cualquier síntoma de agresividad por parte del niño deben ponerse en alerta.

¿Qué hacer los padres?

Los que mejor conocen a sus hijos, sin duda alguna, son los padres, por eso han de tener sumo cuidado en no quitar importancia a algunos comportamientos que ven en sus hijos y que no siempre se les puede achacar a aspectos meramente evolutivos; son frecuentes entre los padres expresiones como las siguientes, ante el comportamiento agresivo de sus hijos: “es una rabieta de niños” o “ya se le pasará cuando madure”, etc. Los padres, ante el menor síntoma de que su hijo padece un trastorno de conducta deben poner los medios adecuados para su corrección. Para ello se pondrán en manos de especialistas médicos que le aconsejarán la mejor forma de lograrlo, así como mantener una comunicación directa con la escuela, con el fin de que la ayuda ofrecida al niño entre los padres y profesores sea más completa.

Algunos de estos comportamientos se pueden impedir o, al menos, reducir si se ponen las medidas adecuadas. Las estrategias que proponen los expertos van encaminadas a la prevención del abuso infantil; a una buena educación sexual; a la potenciación de programas de intervención temprana; a la supervisión de la programación infantil de la televisión, eliminando escenas de violencia, etc.

Asimismo, se pueden evitar situaciones de riesgo en las que los padres tienen mucho que decir y que están directamente relacionadas con su vida familiar y de pareja. En este sentido indicar que se deben de evitar discusiones de pareja delante de los hijos, así como involucrarles en estas discusiones o evitar tomar decisiones contrarias a la hora de enfrentarse con un problema familiar. En toda esta dinámica es muy importante la uniformidad de los criterios y la serenidad a la hora de enfrentarse al problema.

En otro orden, incidir en la importancia que tiene dar ejemplo a los hijos de todo aquello que criticamos: no tomar drogas ni alcohol; controlar que tampoco ellos las tomen, etc. O estar siempre en contacto con el colegio y con los maestros.

En definitiva, los padres tienen una importante labor en todo este proceso. Algunos expertos en la materia han definido como básicos las siguientes actuaciones que se pueden llevar a cabo en nuestras casas cuando nos enfrentamos a un niño con problemas de conducta (tomado de http://www.mhcs.health.nsw.gov.au/health-public-affairs/mhcs/pdfs/6435/DOH-6435-SPA.pdf):

Reconocer las virtudes de los hijos.
Alabarles cuando hacen lo correcto.
Hacer las cosas que les gusta hacer a ellos y no las nuestras.
Escucharles.
Tener un criterio amplio y justo.
No inculpar a nadie cuando hacemos lo incorrecto.
Mostrarles el camino de la solución de los problemas
Estimularles con el ejemplo.
Evitar enfrentamientos de pareja.
Establecer normas justas.
Permitir el diálogo en la familia.
No castigarles severamente ante una conducta agresiva, ya que eso refuerza su conducta, al sentirse más aislado, todavía, socialmente.

Asociaciones y páginas web de interés

Asociación de Padres de Niños Autistas y Niños con Trastornos de Conducta
Paseo de San José 116, 1º, Las Palmas de Gran Canaria

A continuación ofrecemos algunas páginas web en las que se puede encontrar y ampliar la información ofrecida en este artículo.

American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP) http://www.aacap.org/publications/apntsFam/fff33.htm
http://biblioteca.consultapsi.com/DSM/Dsmadd.htm
http://www.healthsystem.virginia.edu/UVAHealth/adult_mentalhealth_sp/condis.cfm
http://portal.vozprosaludmental.org.mx/modules.php?name=News&file=article&sid=23
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/childbehaviordisorders.html
Trastorno de conducta

Es un trastorno de la niñez y la adolescencia que implica problemas de comportamiento crónicos tales como:

Comportamiento desafiante, impulsivo o antisocial
Consumo de drogas
Actividades delictivas
Causas, incidencia y factores de riesgo

El trastorno de conducta ha sido asociado con:

Maltrato infantil
Conflictos familiares
Defectos genéticos
Drogadicción o alcoholismo de parte de los progenitores
Pobreza
El diagnóstico es más común entre muchachos.

Es difícil saber realmente qué tan frecuente es este trastorno, debido a que muchas de las cualidades necesarias para hacer el diagnóstico, tales como "actitud desafiante" y la "desobediencia de las reglas", pueden ser difíciles de definir. Para realizar un diagnóstico preciso, el comportamiento tiene que ser mucho más extremo que una simple rebeldía de adolescente o vivacidad juvenil.

El trastorno de conducta a menudo está asociado con el trastorno de déficit de atención y ambos conllevan un gran riesgo de que se presente dependencia del alcohol y/o de otras drogas.

El trastorno de conducta también puede ser un signo inicial de depresión o trastorno bipolar.

Los niños con trastorno de conducta tienden a ser impulsivos, difíciles de controlar y despreocupados por los sentimientos de los demás.

Síntomas

Comportamientos antisociales, como intimidar o pelear
Romper las reglas sin razón aparente
Comportamiento cruel o agresivo hacia personas y animales (peleas, usar armas peligrosas, actividad sexual forzada, asaltos callejeros o arrebatar carteras)
Destrucción de la propiedad (iniciar incendios de manera deliberada, irrumpir e ingresar destruyendo la propiedad de otras personas)
Consumo excesivo de alcohol y/o de drogas psicoactivas
Mentir para conseguir un favor o evitar obligaciones
Escaparse
Ausencia injustificada a la escuela o al trabajo (comenzando antes de los 13 años)
Vandalismo
Signos y exámenes

Algunos de los signos comunes del trastorno de conducta son:

Intimidar
Pelear
Quedarse en las noches por fuera del hogar sin acatar los toques de queda u otras limitaciones
Estos niños a menudo no se esfuerzan en ocultar sus comportamientos agresivos y tienen problemas para tener amigos cercanos. El diagnóstico se hace sobre las base de los antecedentes de estos tipos de comportamientos.

Tratamiento

El tratamiento efectivo requiere de un compromiso estrecho de parte de la familia del joven. Los padres pueden aprender técnicas para ayudar a manejar la conducta problemática su hijo.

En casos de maltrato, es posible que sea necesario retirar al niño de la familia y ubicarlo en un ambiente menos caótico. El tratamiento con medicamentos o la psicoterapia se pueden utilizar para la depresión y el trastorno de déficit de atención, que normalmente acompañan el trastorno de conducta.

Muchas escuelas de "modificación del comportamiento", "programas educativos y terapéuticos de salidas al campo" y "campamentos de entrenamiento de reclutas" se ofrecen a los padres como solución para este trastorno de conducta. Estos programas pueden emplear una forma de "terapia de ataque" o "confrontación" que realmente puede ser dañina y son técnicas para las cuales no existe ningún soporte investigativo. Los estudios sugieren que es más efectivo el tratamiento de los niños en el hogar junto a la familia.

En caso de estar considerando la posibilidad de optar por un programa de hospitalización, debe hacerse una averiguación exhaustiva del mismo, ya que se han presentado muchas lesiones y muertes relacionadas con algunos de estos programas y en muchos estados no están regulados.

Expectativas (pronóstico)

Aquellos niños que presentan síntomas severos o frecuentes tienden a tener el pronóstico menos alentador. Las expectativas son igualmente desalentadoras para los individuos que presentan otras enfermedades, como trastornos del estado de ánimo y consumo de drogas.

Complicaciones

Los niños con trastorno de conducta pueden llegar a desarrollar trastornos de personalidad como adultos, en particular el trastorno de personalidad antisocial. A medida que sus comportamientos empeoran, estos individuos también pueden desarrollar problemas notables a nivel legal o de drogas. La depresión y el trastorno bipolar se pueden desarrollar en la adolescencia y a comienzos de la adultez.

Situaciones que requieren asistencia médica

La persona debe acudir al médico si su hijo:

Continuamente se involucra en problemas
Tiene altibajos en el estado anímico
Está intimidando a los demás
Está siendo víctima
Parece estar demasiado agresivo
El tratamiento oportuno puede ayudar.

Prevención

Cuanto más temprano se inicie el tratamiento para el trastorno de conducta, mayores probabilidades tendrá el niño de aprender mejores técnicas de adaptación y de prevenir algunas de las complicaciones potenciales.
Se chupa el pulgar

Tengo una niña de seis meses que sólo consigue dormirse chupándose el pulgar. ¿Puede causarle algún problema en el paladar? ¿Deberíamos quitarle la manía de otra manera?

Los dientes y el paladar pueden verse afectados por este hábito, comenzando a ser peligroso pasados los dos años de edad, ya que es a partir de entonces cuando la osificación de los maxilares avanza rápidamente y la deformación no tiene marcha atrás si no es con la utilización de aparatos ortodóncicos a la edad correspondiente, aunque veo muy difícil que en el momento actual pueda separar a la criatura de su dedo pulgar. Habrá de ser más adelante.

¿Qué es el test de Apgar?

Mi hijo de dos meses nació por cesárea. En el test de Apgar tuvo una puntuación de 8 al minuto y de 10 a los cinco minutos. No sé muy bien lo que miran en ese test y si la puntuación 8 dependía de haber nacido por cesárea. El niño había tragado líquido amniótico sucio y me hablaron de acidez en la sangre. ¿Se le habrá corregido ya?

El test de Apgar valora cinco parámetros del recién nacido: el pulso cardíaco, la respiración, el tono muscular, la respuesta a la estimulación de la nariz y la coloración de la piel. Cada uno de estos parámetros recibe una puntuación de 0 a 2. Si a los cinco minutos el bebé tuvo una puntuación 10, quiere decir que es normal totalmente, aunque también lo habría sido con una puntuación algo más baja.

Una cicatriz idéntica

Mi hijo de un año nació con una cicatriz en la ceja izquierda. Yo tengo una cicatriz idéntica en la ceja derecha. ¿Es normal que pase esto?

Cicatriz, por definición, es la señal que queda tras una herida. Si verdaderamente es una cicatriz, habrá que pensar que, a lo largo del embarazo, quizás con una uña, tanto madre como hijo se hirieron en la ceja correspondiente. Podría tratarse, no obstante, de una zona de alopecia (carencia de pelo), de causa desconocida y en cuyo origen hayan coincidido las circunstancias en ambos.

Mancha anaranjada en los pañales

Cuando mi hija hace pipí, en los pañales deja una mancha anaranjada. ¿Es importante?

Es muy frecuente que la orina en los pañales deje un halo rosado o anaranjado. Debe considerarse completamente normal y no ha de proporcionar la más mínima preocupación. Cuando el niño suda, bebe poco o padece un cuadro febril, la orina elimina unos compuestos químicos, denominados uratos, que en contacto con el aire adquieren ese tono rosa anaranjado.

Lagrimal obstruido

Mi hijo de cuatro meses siempre tiene el ojito izquierdo lloroso y con conjuntivitis. De vez en cuando, me recetan unas gotas, que le alivian, pero al cabo de unos días vuelve a estar igual. ¿Puede que tenga el lagrimal obstruido?

El lagrimal, que es un pequeñísimo orificio situado en el ángulo interior del ojo, en el borde del párpado inferior, es el desagüe de las lágrimas. Los ojos segregan continuamente lágrimas para mantener húmedos la superficie externa del ojo y el interior de los párpados. Estas lágrimas se van drenando por ese orificio a través de un conducto que desemboca en el interior de la nariz. En circunstancias normales ni lo notamos, pero cuando lloramos, cuando más lágrimas se segregan, éstas en parte se eliminan por el conducto lacrimonasal dando la sensación de tener la nariz tapada, obligando a sonarnos. Las lágrimas que no pueden ser drenadas sobrepasan el borde de los párpados y resbalan por la cara. El problema de su hijo es que tiene obstruido a algún nivel el conducto lacrimonasal, por lo que las lágrimas no pueden ser desaguadas. La presencia de conjuntivitis, si hay legañas, podría ser signo de infección. Con masajes en el ángulo interior del ojo afectado, se puede desobstruir el conducto. Si no es así, ha de ser el oftalmólogo quien lo haga mediante una técnica muy simple.

Una mancha en la frente

Mi hijo de cinco meses nació con una mancha triangular en la frente, que se hace más visible sobre todo cuando coge una rabieta. Me gustaría saber si esta mancha se irá con el tiempo, porque he oído que algunas se pueden quitar con láser.

Los "antojos", que así se denominan popularmente estas manchas, son angiomas, proliferación localizada de tejido vascular (vasitos sanguíneos). Pueden ser planos completamente, manifestándose como una simple mancha rojiza-violácea de formas diversas. Pueden también abultar en la piel, formando un relieve de formas caprichosas. Estas formas, que pueden hacerles parecidos a algo, a una fresa, a un mapa, etc., son las que han dado a los angiomas, popularmente, el nombre de "antojos". La evolución natural habitual de los angiomas es la de un crecimiento más o menos moderado durante el primer año de vida, pasado el cual suelen irse aplanando y disminuyendo de tamaño hasta que en muchos casos llegan a ser imperceptibles. En general, no suele estar recomendada ninguna actuación, y menos antes de comprobar la evolución natural del proceso. Pasado ese tiempo, raramente se ha de actuar, individualizando siempre en cada caso y cada niño, ya que el tratamiento quirúrgico dependerá del tamaño definitivo y de su alteración estética o de su localización en zonas de presión o de roce que puedan provocar algún daño en el agioma residual.


Siempre tiene bronquitis

Tengo un niño de 19 meses que reiteradamente, durante los meses de invierno, coge bronquitis. Los tratamientos a base de broncodilatadores las van controlando. Pero, sabiendo que es su punto flaco, me gustaría saber hasta qué punto la homeopatía es un tratamiento de prevención.

Querida amiga: Cuando un niño menor de dos años padece más de dos episodios de "bronquitis", en los que aparece tos, "pitos" en el pecho y, en muchas ocasiones, dificultad respiratoria (disnea), el diagnóstico de certeza es de asma. Esto quiere decir que el niño tiene una sensibilidad especial de su aparato respiratorio (hiperreactividad bronquial) que hace que cada vez que se resfríe, aparte de otros factores desencadenantes, desarrollará cuadros similares, más o menos importantes. Como pediatra clásico, especialista en alergología, difícilmente utilizaré técnicas de otro tipo de medicina, como la homeopatía u otras, de las cuales no conozco lo suficiente como para poder opinar siquiera sobre ellas.

Aún no tiene dientes

Tengo una niña de once meses, sana y movida. Me preocupa que aún no le ha salido ningún diente. Le he dado calcio y no he encontrado ningún resultado. ¿Qué me aconseja? Tenga en cuenta que tanto mi hermano como yo echamos los primeros dientes entre los seis y los siete meses.

El hecho de que su hija de once meses aún no tenga ningún diente no es, por sí mismo, ningún hecho alarmante. Hay muchos niños en los que su primer diente aparece al final del primer año, o incluso algo más tarde. Esto no quiere decir que a la niña le falte calcio, ni mucho menos. Si como usted dice se trata de una niña sana, cuya alimentación será correcta, está recibiendo la cantidad de calcio que precisa y no necesita la administración de calcio suplementario en forma de medicamento. El hecho de que usted y su hermano fuesen más precoces que ella en la erupción dentaria no quiere decir que sus hijos deban seguir la misma pauta. Las características genéticas de un niño no dependen únicamente de la madre y de un tío, sino de la familia entera de ambos progenitores en todas las generaciones precedentes. Mi consejo es no hacer tratamientos que ya se han demostrado inútiles y esperar tranquilamente la aparición del deseado diente. Únicamente, en el caso de que a los catorce o quince meses aún no hubiese ningún síntoma de aviso de una próxima erupción dentaria, sería interesante hacer alguna investigación para descubrir si alguna cosa no funciona, aunque dudo que haya que recordárselo a su pediatra.

Infección de orina

Mi hija de once meses tiene una infección de orina provocada por un Escherichia Coli desde los cinco meses y, a pesar de los tratamientos diferentes que se le han practicado, no acaba de desaparecer. Por lo demás, se trata de una niña alegre y habladora, no se queja de nada pero no come mucho. ¿Tiene alguna relación el hecho de que naciera con una pequeña malformación genital?

La infección urinaria en el lactante no suele dar síntomas específicos. Por eso, su pediatra, ante una pérdida de apetito normal, lo sospechó y la diagnosticó. El germen responsable, el E. Coli, lo es del 75 al 80 por ciento de las infecciones urinarias. A estas edades, los gérmenes suelen alcanzar las vías urinarias procedentes del exterior, sobre todo en las niñas, por una colonización bacteriana en los genitales debida a la proximidad del ano. Lo que ya no es habitual es la resistencia a los antibióticos que se han administrado. Generalmente, el tratamiento se orienta a partir de los resultados del antibiograma, que indica el o los antibióticos a los que el germen es más sensible. Lo que sí es más frecuente es la recidiva, es decir, la infección se soluciona pero en un tiempo más o menos corto se vuelve a infectar. En este caso, debe sospecharse la existencia de una malformación o de algún mal (quizás relacionada con la pequeña malformación genital) que obliga a la puesta en marcha de exploraciones complementarias. Éstas las practicará el especialista al que su pediatra le ha remitido para descartarlas. Recuerde que para que el tratamiento sea completo será necesario modificar ciertos hábitos, como el estreñimiento, si existe, forzar la ingestión de líquidos para hacer más frecuentes las micciones, acidificar la orina mediante la administración de frutas o zumos de frutas cítricas e insitir mucho en la higiene de la zona del periné, evitando los jabones perfumados y siempre limpiando de delante hacia atrás, para evitar el arrastre de gérmenes desde el ano hacia la uretra.

Sin respiración

Tenemos un bebé que, cuando duerme, se queda sin respirar e incluso debemos cogerlo boca abajo, a la altura del estómago, para hacer que vuelva a respirar, por lo que tenemos miedo que durante la noche no nos demos cuenta y le ocurra algo. ¿A qué es debido esto? ¿Es signo de alguna carencia? ¿Hacemos bien poniéndole boca abajo?.
El problema que plantea se llama apnea del sueño, y pueden ser varias las causas que lo provocan. Si ustedes encuentran que la maniobra que realizan al niño es la que consigue que reinicie la respiración, bien está, pero lo más importante es llegar a un diagnóstico de la causa que provoca esa apnea, que puede ser leve, pero que también puede ser importante, por lo que, según mi criterio personal, el niño tendría que ser estudiado en un centro especializado en sueño, aparte de por otros especialistas.

Cuando está estreñido...

Descubre por qué se produce el estreñimiento en el bebé y cómo combatirlo.
El estreñimiento del bebé es, en muchas ocasiones, una de las mayores preocupaciones de los papás. Pero sólo se trata de un simple trastorno que no debe alarmar, ya que muchas veces puede corregirse fácilmente. Veamos algunos consejos y remedios para evitar el estreñimiento del niño. Cuál es su causa El último tramo del intestino grueso, el colón, está constituido por un canal llamado recto, que desemboca en el ano y en el que se almacenan las heces antes de ser evacuadas. Si estas heces son blandas, su depósito no provoca ningún dolor, pero si son duras y compactas ocurrirá todo lo contrario. Por eso, el niño, para evitar el dolor, tiende a bloquear la evacuación. La consecuencia es que la masa fecal se queda en el recto, aumenta de tamaño y se endurece, haciendo que los esfuerzos para expulsarla sean cada vez mayores. Además, pueden acabar formándose sobre la piel pequeñas heridas, llamadas fisuras, que hacen aún más dolorosa la evacuación. ¿Por qué se endurecen las heces? Las razones hay que buscarlas en la alimentación, ya que la sustitución de la leche materna por la artificial tiene como resultado un endurecimiento de las heces, así como un cambio en su color. Este fenómeno se agudiza con el destete, cuando el cambio de alimentación puede provocar un estreñimiento temporal en el niño. La leche materna contiene un azúcar, la lactosa, que hace que las heces del niño que toma pecho siempre sean más o menos fáciles de expulsar. La lactosa, que se digiere en poca cantidad, llega al final de la digestión sin haber sufrido ningún tipo de alteraciones, haciendo que las heces sean más fluidas debido al agua que éstas retienen. No está estreñido si… Durante una enfermedad o inmediatamente después, el niño puede padecer estreñimiento temporalmente. Se trata de una reacción normal, ya que cuando una persona no se encuentra bien se siente predispuesta a comer menos, y por lo tanto el organismo produce menor cantidad de residuos para eliminar. Las heces suelen ser duras y secas, ya que para compensar la pérdida de líquidos, el organismo absorbe el agua del contenido intestinal. Asimismo, es posible que un episodio de diarrea siga a un período de estreñimiento.
Algunos remedios
Te damos algunos consejos prácticos para evitar el problema del estreñimiento o para resolverlo si ya se ha presentado:
• Seguir el tiempo que sea posible con la lactancia materna que, entre otras ventajas, contribuye a mantener las heces blandas.
• Añadir malta a la leche o al yogur puede servir de ayuda a niños más mayorcitos.
• Otra sustancia útil es la lactulosa, un azúcar complejo que puede añadirse a los alimentos que el niño consume de forma habitual.
• Enriquecer la dieta del niño con fruta y verdura, alimentos ricos en fibras, que favorecen el tránsito intestinal, especialmente las ciruelas. La fibra hincha las heces, que adquieren mayor volumen, permitiendo un tránsito intestinal más rápido y sin problemas. Cuidado con los métodos "de choque" Los papás, preocupados por los esfuerzos que ha de hacer el bebé, intentan ayudarle recurriendo a diversos sistemas, como los enemas o supositorios, así como laxantes de distintos tipos.
Estos métodos no son muy aconsejables por tres razones:
• Inducen a expeler las heces endurecidas contenidas en el colon de una forma demasiado brusca y dolorosa. Como consecuencia, el niño tiende a retener cada vez más las heces.
• Pueden causar hábito, impidiendo que el organismo, acostumbrado a "funcionar" tan sólo si se le estimula, encuentre su ritmo natural.
• Pueden tener contraindicaciones y efectos secundarios, como todos los fármacos.
¡Adiós al pañal!

Descubre cómo conseguir que tu hijo se despida del pañal y se habitúe al orinal.
Si tu hijo tiene entre 18 meses y dos años, ha llegado el momento de habituarle al orinal, según opinan los especialistas. Sin embargo, para algunos padres, el objetivo parece difícil de alcanzar. Y, sin embargo, si se está dispuesto a afrontar con serenidad los primeros fracasos, son muy pocas las cosas que hay que hacer, ya que el niño superará cada etapa deforma espontánea, de acuerdo con los tiempos y los ritmos que mejor se adapten a él. Sepamos cómo proceder, aprovechando el verano. Hasta cerca de los dos años, el niño no tiene una percepción clara del estímulo. Por ejemplo, si la vejiga está hinchada, se vacía sin dar tiempo al pequeño a tener la sensación de plenitud. Por este motivo, imponer el orinal antes de esta edad no tiene sentido Para conseguir controlarlos esfínteres, es necesario que su sistema nervioso alcancen cierto grado de madurez. ¿Cuáles son las señales que indican que ha llegado el momento? Si el niño tiene una buena habilidad manual, pronuncia bien un cierto número de palabras, sabe subir y bajar una escalera y reconcentra en un juego durante mucho tiempo, significa que ha alcanzado una buena coordinación psicomotora, gracias a la maduración del sistema nervioso. Además, a esta edad, el niño desea imitara los adultos, y se siente orgulloso de sus logros. Librarse del pañal, por lo tanto, es motivo de orgullo. Y, aunque se produzcan momentos de estancamiento o regresión, no hay que regañarle. Cuanto más tranquilo y tolerante sea el clima familiar, más orgulloso se sentirá de su “producto”, que querrá admirar y mostrar a todos. Sobre todo si se han elegido unas vacaciones en la playa, y se disfruta de la comodidad de tener una casa, se puede permitir al pequeño que experimente con libertad. En general, las vacaciones son el momento ideal para toda la familia: los padres tienen más tiempo, y son más pacientes y tolerantes. Asimismo, el niño, libre de ropa, puede usar el orinal más fácilmente. Lo importante es evitar confundirle. Cuando se decide empezar, no hay que ponerle el pañal en todo el día, a excepción de cuando duerme, por motivos de comodidad. Es normal que, en las primeras semanas, el pequeño advierta el estímulo cuando ya ha hecho pipí. En estos casos, si se le deja mojado durante unos minutos, se sentirá incómodo. Las próximas veces, intentará hacer todo lo posible para avisara a tiempo. No tiene sentido recordarle el orinal cada hora. En primer lugar, porque durante las vacaciones se pasa la mayor parte del día al aire libre; y, en segundo lugar, porque el pequeño no debe vivir el orinal como una imposición. ¿Cuáles la medida adecuada? Proponer una cita diaria con el orinal. Por ejemplo, después del desayuno, puedes pedirá tu hijo que se siente en el orinal durante unos minutos. En muchas ocasiones, el intestino se pone en movimiento después de la primera comida del día. El control del intestino se suele adquirir antes que el de la vejiga. Tanto es así que, en la mayoría de los casos, el niño seguirá mojando la cama durante mucho tiempo de noche, incluso hasta los 4-8 años. Para los padres un poco aprensivos, que tengan programadas unas vacaciones itinerantes, podría resultar poco práctico quitar el pañal al niño precisamente durante las vacaciones. Retrasar este paso un mes no cambia nada. La disponibilidad y la calma de los padres son fundamentales para que el niño de éste importante paso hacia la autonomía. Si el verano coincide con la época en la que el niño puede prescindir del pañal, el intento se puede anticipar a la fase que precede a la salida, pidiendo la colaboración del personal de la guardería. Lo mismo se aplica si el pequeño pasa gran parte del día con los abuelos o el canguro. Es recomendable hacerles partícipes de la decisión, así como pedirles que sigan las indicaciones establecidas. En cualquier caso, el mensaje que el niño debe recibir es: “puedes conseguirlo”. Librarse del pañal es algo natural, que ocurre de forma espontánea en todos los casos. Y los papás deben esperar con paciencia y confianza el tiempo que el niño necesite. Seis trucos eficaces 1.Consigue un orinal de colores y con forma original. Así será más fácil que se familiarice con este objeto. 2.Vístele de forma práctica: con faldas y vestidos si es una niña, y pantalones de goma elástica si es un niño. 3.Dale ejemplo para ayudarle a aprender: permite que tu hijo presencie tus prácticas higiénicas habituales. 4. No insistas si no quiere permanecer sentado en el orinal. 5.Hazle compañía y elógiale. 6.Si adviertes cierto temor o inseguridad, distrae al niño con un juego.
Programa de estimulación para niños y niñas de 0 a 3 años

INTRODUCCIÓN

El niño o a la niña de 21 meses comienza ya a tener un dominio sobre si mismo, come solo con cuchara aunque derrama al cogerla del plato y llevarla a la boca, cuando está sucio avisa para que lo cambien e intenta imitarnos cuando realizamos alguna tarea.
En cuanto al desarrollo motor, las características esenciales de este período son:
Puede bajar las escaleras, sin alternancia y con ayuda de las dos manos; se agacha y coge un juguete del suelo sin caerse; corre; imita un trazo vertical firme y horizontal; puede lanzar un objeto, de pie, sin perder el equilibrio; arrojar una pelota dentro de una caja; tratar de quitar el tapón de rosca de una botella; dar patadas a una pelota; jugar en cuclillas.
Pasa períodos de tiempo jugando solo y observa imágenes de objetos conocidos identificándolos. Su vocabulario va ampliándose a gran velocidad, repitiendo todo lo que oye de los adultos, por lo que debemos procurar pronunciar lo mas claro posible, evitando las muletillas y pronunciando correctamente lo que quiera cuando nos lo pide con gestos, al principio no lo repetirá, pero enseguida se acostumbrará a pedir las cosas de forma oral y no con gestos.
Comienza a señalar las partes de su cuerpo cuando se las nombramos y si realizamos un trazo horizontal sobre la hoja, imitará nuestros movimientos realizando sus primeros garabateos.
Si bien las incorrecciones son lógicas, los niños y niñas progresarán rápidamente en la utilización de flexiones, se inician en el uso de los primeros artículos, preposiciones, pronombres y adjetivos. Lo importante es que los niños y niñas vayan tomando conciencia de la relevancia del lenguaje para interactuar con su entorno más próximo y donde la estimulación del adulto es conveniente y necesaria.
El desarrollo de su identidad, el saberse una entidad individual, se ve favorecida por su acción sobre el entorno. El ejercicio de sus propias habilidades incrementa la conciencia de la

capacidad del yo al interactuar con los adultos haciéndole continuas referencias a su persona, le ayudara a reconocerse como un sujeto activo y diferente a los demás.
1
objetivos propuestos
ÁREA : IDENTIDAD Y AUTONOMÍA PERSONAL ámbito 1 (1821.1)
1.- Coordinar movimientos.
2.- Mantenerse sobre un solo pie unos instantes.
3.- Doblar la cintura para recoger objetos.
4.- Subir y bajar escaleras agarrado a la barandilla.
5.- Adquirir hábitos higiénicos generales.
6.- Comer solo con un mínimo de limpieza.
7.- Identificar partes del cuerpo en sí mismo, en otras personas y en ilustraciones.
8.- Utilizar el nombre para referirse a sí mismo.
9.- Progresar en autocuidado.

ÁREA : MEDIO FÍSICO Y SOCIAL ámbito 2 (1821.2)
1.- Conocer los espacios de la clase.
2.- Moverse por las dependencias del Centro.
3.- Identificar a los miembros de su familia.
4.- Reconocer materiales, juguetes y útiles de aseo y comida.
5.- Compartir objetos o comida.
6.- Reconocer a Educadores y compañeros.
7.- Participar en rutinas y actividades grupales.
8.- Distinguir animales domésticos y sus onomatopeyas.

ÁREA : COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN ámbito 3 (1821.3)
1.- Asociar dos palabras, como mínimo, en la formación de frases.
2.- Realizar preguntas elevando la voz al final de frase o palabra.
3.- Responder a preguntas alternativas.
4.- Prestar atención a un cuento o canción durante 4 ó 5 minutos.
5.- Imitar trazos sin dirección determinada.
6.- Construir torres con mínimo 5 cubos.
7.- Colocar cubos en fila imitando al tren.
8.- Aumentar el vocabulario

2
CUADRO DE COMPROBACIÓN
OBJETIVOS-ACTIVIDADES-DIMENSIONES MADURATIVAS
dimensión madurativa: sensorial
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
SENSORIAL
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
7
8
1
2
3
4
5
6
7
8
P.D.M. visual
P.D.M. auditiva
P.D.M. táctil
P.D.M. olfativa
P.D.M. gustativa

dimensión madurativa: salud
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
SALUD
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
7
8
1
2
3
4
5
6
7
8
Habitos Higiene personal
Higiene de la nutrición
Prevención accidentes
Prevenc. enfermedades
Salud mental
Educación vial
Educación ambiental

dimensión madurativa: psicomotriz
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
PSICOMOTRIZ
1
2
3
4
5
6
7
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9
1
2
3
4
5
6
7
8
1
2
3
4
5
6
7
8
Esquema corporal
Organización espacial
Organización temporal

3
dimensión madurativa: cognitivo
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
COGNITIVO
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
7
8
1
2
3
4
5
6
7
8
Asociación
Clasificación
Seriación
Relaciones
Semejanzas y diferencias
Pertenencias
Codificación
Resolución problemas
Imaginación
Relación causa-efecto
Observación
Experimentación

dimensión madurativa: comunicativa
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
COMUNICATIVA
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
7
8
1
2
3
4
5
6
7
8
Lenguaje oral
Iniciaciac. Lengua escrita
Expresión plástica
Expresión corporal
Expresión musical

dimensión madurativa: creativa
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
CREATIVA1
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
7
8
1
2
3
4
5
6
7
8
Expresividad personal
Capac. imaginac-intuitiva
Respues-actitud creativa
Expres. vivenci-sentimient.
Sensibilidad estética

4
dimensión madurativa: social
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
SOCIAL
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
7
8
1
2
3
4
5
6
7
8
Integrac.grupos.sociales
Colaboración
Comprensión
Respeto
Interiorzación de normas
Solidaridad
Comportamiento positivo

dimensión madurativa: afectiva
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
AFECTIVA
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
7
8
1
2
3
4
5
6
7
8
Aceptación si mismo
Adaptac.situacion.nuevas
Autoestima
Confia-seguridad si mismo
Control afectivo
Autocontrol personal
Comunicación afectiva

dimensión madurativa: moral
DIMENSIÓN
OBJETIVOS
MADURATIVA
del ámbito 1
del ámbito 2
del ámbito 3
MORAL
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
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8
1
2
3
4
5
6
7
8
Concepto si mismo
Convivencia
Respeto a diversidad
Conflictos
Interiorización valores

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recursos
MATERIALES
- Colchoneta grande. Mesas y sillas pequeñas. Cojines de varios tamaños.
- Espejo grande pegado a la pared.
- Pizarra grande pegada a la pared, otras pequeñas móviles, corchera grande.
- Cucharas, tenedores, tazas, vasos, recipientes grandes y pequeños (botes, frascos, tarros, cajas).
- Animales de peluche y plástico. Muñecos, coches, camiones, autobuses, trenes, aviones, etc.
- Conjuntos de formas geométricas. Rulo, puente y otras formas de psicomotricidad.
- Muñeco articulado grande. Frascos con aromas. Casas para muñecos.
- Cascabeles, campanillas, castañuelas, panderetas, timbres, flautas, pitos, tambores, etc...
-Globos. Pañuelos, cintas, cuerdas, trozos de peluche, seda, fieltro, etc... Lana, algodón, lija.
- Aros. Anillas, pelotas de diferentes tamaños y texturas, balones, huchas, bolos, anillas con soporte, etc...
- Juegos de arrastre, de encajar, ensartar, enhebrar, de construcción. Cuentas grandes. Cubos. Roscas.
- Títeres, marionetas, cajas de música, teléfonos, relojes, tablero de formas, dados grandes.
- Radio-cassette. TV. Vídeo. Ordenador infantil.
- Cassettes y videos con las grabaciones sugeridas en las actividades. Canciones infantiles.
- Cassettes o CD. de música melódica y canciones en lengua inglesa.
- Cuentos variados. Láminas con objetos, personas y animales. Libros con imágenes.
- Revistas, fotografías, periódicos. Papel continuo. Cartulinas. Papel charol, seda, etc...
- Papel A3. Pintura de dedos, temperas, crayones, pinturas de cera y madera, rotuladores, etc.
- Arenero o recipiente grande con arena. Palas, rastrillos y cubos.
- Saquitos.

6
OBSERVACIONES
- Las conductas del niño de esta edad suelen desconcertar. Puede manifestar disidencia, oposiciones y negativismo. Estas conductas tienen un significado de evolución más que carácter emocional. Su tendencia conservadora, se aferra a sus concepciones y rechaza los cambios bruscos.
- La autonomía de movimientos y la evolución del lenguaje, junto a los progresos del resto de dimensiones del ser humano provocan en el niño la necesidad de seguridad y la progresiva conciencia de si mismo. Ha aprendido a decir “no”, incluso acompañando de movimientos de cabeza para que la negación sea más rotunda, de esta forma expresa voluntad propia y observa que puede modificar diferentes situaciones. Las conductas egocéntricas y las rabietas se generalizan, en unos casos como oposición al cambio, en otros para comprobar su descubierta conciencia de si mismo y en muchos otros para obtener la atención en exclusiva de los adultos.
- Se impone la necesidad de paciencia por parte del adulto. Hay que mostrar al niño el modo correcto de comportarse y no sirven castigos, riñas o disertaciones. Aprenderá que con estas conductas no consigue el fin perseguido, que los pequeños cambios no desestabilizan, que su identidad y voluntad se desarrollan también con conductas positivas y que son éstas las que le proporcionan aprobación y atención exclusiva.
- La unidad de criterios de los agentes educativos es de vital importancia (padre-madre, padres- educadores, etc...), han de estar de acuerdo en las pautas a seguir, acordar sus actuaciones ante las conductas y mantenerlo con firmeza, no con inflexibilidad. El educador puede y debe orientar a los padres cuando éstos dudan en su actuaciones.
- El niño aprende también a comportarse según las pautas de conducta que observa en otras personas que toma como modelo. Elige a estas personas porque despiertan su interés o las valora de forma positiva, y si oye gritos gritará, si percibe castigos físicos pegará, si observa en las discusiones negativismo, negará,...

7
agenda del educador
DÍA
ACTIVIDADES
***
DÍA 1
DÍA 2
DÍA 3
DÍA 4
DÍA 5
DÍA 6
DÍA 7
DÍA 8
DÍA 9
DÍA 10
DÍA 11
DÍA 12
DÍA 13
DÍA 14
DÍA 15
DÍA 16
DÍA 17
DÍA 18
DÍA 19
DÍA 20
DÍA 21
DÍA 22
DÍA 23
DÍA 24
DÍA 25
DÍA 26
DÍA 27
DÍA 28
DÍA 29
DÍA 30

8
DÍA
ACTIVIDADES
***
DÍA 31
DÍA 32
DÍA 34
DÍA 35
DÍA 36
DÍA 37
DÍA 38
DÍA 39
DÍA 40
DÍA 41
DÍA 42
DÍA 43
DÍA 44
DÍA 45
DÍA 46
DÍA 47
DÍA 48
DÍA 49
DÍA 50
DÍA 51
DÍA 52
DÍA 53
DÍA 54
DÍA 55
DÍA 56
DÍA 57
DÍA 58
DÍA 59
DÍA 60

DÍA 33 9
DÍA
ACTIVIDADES
***
DÍA 61
DÍA 62
DÍA 63
DÍA 64
DÍA 65
DÍA 66
DÍA 67
DÍA 68
DÍA 69
DÍA 70
DÍA 71
DÍA 72
DÍA 73
DÍA 74
DÍA 75
DÍA 76
DÍA 77
DÍA 78
DÍA 79
DÍA 80
DÍA 81
DÍA 82
DÍA 83
DÍA 84
DÍA 85
DÍA 86
DÍA 87
DÍA 88
DÍA 89
DÍA 90

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COORDINAR MOVIMIENTOS. (1821.1.1)
a) Alternar las marchas rápidas y lentas marcando el ritmo con un silbato o pandereta.
b) Caminar moviendo alternativamente brazos y piernas.
c) Imitar los movimientos de animales: gatos y perros gateando, serpientes reptando, patitos y pollitos caminando en cuclillas, etc.. Realizar los desplazamientos anteriores sobre diferentes superficies ( suelo, colchonetas, escaleras, arena del patio, etc...).
d) Realizar un circuito pasando por debajo de la mesa, de las piernas del educador, del puente de psicomotricidad, saltar encima de una línea pintada en suelo, meterse dentro de un circulo pintado o de un aro, etc...
e) Utilizar una pelota grande o balón de playa. Mostrar a los niños el modo de tirar la pelota y desplazarse hasta donde haya quedado parada para darle una patada.
f) Colocar a los niños a un lado de la clase o del patio. Soltar varios balones grandes y pedirles que los recojan rápidamente.
g) Hacer pequeñas carreras de una parte a otra de la clase.
h) Jugar a “pillar”. Pedir a los niños que “pillen” al educador.
NOTAS
- A los 18 meses mejora considerablemente el equilibrio, el niño corre aunque al principio separa las piernas. Todavía no sabe coger las curvas, de modo que plantearemos recorridos lineales inicialmente. Su forma de correr es caminar velozmente.

MANTENERSE SOBRE UN SOLO PIE UNOS INSTANTES. (1821.1.2)
a) Colocar una caja o pelota pequeña delante de cada niño. Pedirles que coloquen un pie encima de la caja y después lo vuelvan a poner en el suelo. Repetir varias veces.
Cuando dominen la actividad anterior, pedirles que dejen el pie en el aire un par de segundos antes de colocarlo sobre la caja.
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b) Estando los niños de pie junto a las mesas, dramatizar una historia en la que un niño se hizo daño en el pie. Apoyándose en la mesa, los niños levantarán el pie unos instantes.
c) Pedir a cada niño que levante el pie para comprobar que el zapato está bien atado. Al principio le ofreceremos la mano para que se apoye, progresivamente retiraremos la ayuda.
d) Dejar una cuerda en el suelo. Los niños levantarán un pie para colocarlo al otro lado de la cuerda.
NOTAS
- El niño se mantiene con facilidad sobre un pie si tienen apoyo en las manos, para hacerlo de forma independiente habrán de pasar varios meses. Nuestro objetivo es que el niño suelte el apoyo un par de segundos, el tiempo irá aumentando según progrese en control postural y de desplazamientos.

DOBLAR LA CINTURA PARA RECOGER OBJETOS. (1821.1.3)
a) Jugar con los niños cogiéndolos por la cintura, levantándolos del suelo y moviéndolos con un suave balanceo.
b) Ejercitar la cintura con juegos como “la carretilla”, o tumbados en suelo boca arriba incorporarse a posición de sentados. En ambos juegos el educador ayudara a los niños hasta que adquieran dominio en el movimiento.
NOTAS
- En los momentos de recoger juguetes o materiales que estén en el suelo, vigilar que los míos doblen la cintura al agacharse, si es necesario el educador guiará el movimiento sujetando por la cintura mientras se agachan y levantan. La ayuda se irá retirando poco a poco.

c) Dejar rodar pelotas sobre el suelo para que los niños las recojan. Utilizar cada vez pelotas de menos tamaño.
d) Poner música para que los niños bailen moviendo la cintura hacia los lados y adelante.
e) Estando los niños de pie, señalan primero sus piernas y después los pies doblando la cintura.
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SUBIR Y BAJAR ESCALERAS AGARRADO A LA BARANDILLA. (1821.1.4)
a) Hacer ejercicios en una escalera con poco desnivel y, al principio, sólo sobre tres o cuatro peldaños. Situar a cada niño ante la escalera y pedirle que se agarre con la mano a la barandilla ( ésta será más baja que la altura de sus hombros ).El educador cogerá la otra mano para que se apoye y le pedirá que suba un pie primero y luego el otro, para que queden en el mismo peldaño. Continuar subiendo peldaños y seguir las mismas instrucciones para bajarlos.
b) Familiarizar a los niños con la escalera. Contarles cuentos o cantar canciones, sentando a los niños en los diferentes peldaños.
c) Jugar a “contar hasta tres” en los peldaños de la escalera. Cada niño subirá un peldaño agarrado a la barandilla y contaremos “uno”, haciendo lo mismo con el segundo y el tercero. Repetir la cuenta para bajar.
d) Utilizar los tres últimos peldaños. El educador se coloca en el más alto agarrando el extremo de una cuerda gruesa. El niño agarra el otro extremo con una mano, apoyando la otra en la barandilla mientras sube hasta donde se encuentra el educador. Siempre se reforzará cualquier logro por pequeño que éste sea. Repetir la actividad hasta que todos los niños se encuentren a la altura del educador. Cantar todos juntos una canción antes de comenzar a bajar, de uno en uno, agarrando la cuerda y la barandilla.
NOTAS
- Durante este trimestre el niño sube solo las escaleras agarrado a la barandilla o a la mano de un adulto. Aún siente miedo al bajar, para ello necesita un apoyo en cada mano. Si le pedimos que baje solo lo hará sentado o arrastrándose en gateo invertido apoyándose en el estomago.

e) Colocar juguetes en el segundo y tercer peldaño de la escalera, pedir a cada niño que recoja un juguete concreto.
ADQUIRIR HÁBITOS HIGIÉNICOS GENERALES. (1821.1.5)
a) Después de la comida, o dramatización de la misma, los niños realizarán el aseo. Cada niño se lavara la cara y las manos y utilizara la toalla para secarse. El educador indicara los pasos a seguir para cepillarse los dientes (sin crema dental por el momento) y como peinarse.
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b) Al terminar las actividades con materiales plásticos los niños irán al cuarto de baño para lavarse. Dentro de las posibilidades, se dará independencia a los niños, bajo la supervisión del educador. 14
c) Establecer la rutina del aseo antes de la salida del Centro. Antes de realizarlo, colocar a los niños frente al espejo y hacer observaciones acerca del aspecto que presentamos. Volver a colocarlos frente al espejo una vez realizado el aseo para que comprueben la diferencia.
d) Pedir que los niños utilicen las papeleras de clase y las del patio.
e) Si las mesas, el suelo u otra superficie queda sucia después de una actividad, los niños colaborarán en su limpieza.
f) Aunque pueda ser temprano para comenzar a trabajar el control de esfínteres, si debemos establecer un entrenamiento.
NOTAS
- Para conseguir resultados óptimos en cualquiera de los objetivos del programa es imprescindible la colaboración de padres y educadores, pero sobre todo en aquellas actividades que propicien la autonomía del niño. En este objetivo pediremos a los padres que motiven y permitan a los niños realizar el aseo en casa de forma autónoma.

Utilizaremos inodoros de tamaño pequeño donde los niños puedan sentarse cómodamente, sin miedo y de modo que los pies no queden en el aire. Les motivaremos para que se siente unos minutos en cada cambio de pañal. Reforzaremos sus logros con alabanzas y manifestaciones de aprobación. Preguntaremos habitualmente si han hecho pis en el pañal.
g) Entrenar a los niños para que suenen y limpien su nariz.

COMER SOLO CON UN MÍNIMO DE LIMPIEZA. (1821.1.6)
a) Dramatizar el momento de la comida con útiles de alimentación de juguete. Indicarles el modo correcto de utilizarlos.
b) En la merienda ofrecer bocadillos con pan de molde y colocar sus manos para que aprendan a sujetar el bocadillo y morder. Utilizarán la servilleta antes de tomar agua, zumo o leche.
c) Realizar el aseo antes de la comida y merienda. Si algún niño tiene sucia la nariz mientras come le pediremos que coja un pañuelo y se limpie.
d) Dramatizar el momento de la comida con muñecos, cada niño se encargará de la alimentación y aseo de un muñeco.
e) Ofrecer siempre el agua o la leche en vaso o taza, indicando el modo correcto de utilizar el asa. Comenzar por poner poca cantidad de líquido y ayudarles a sujetar el vaso.
f) Aunque se utilicen baberos, se colocarán servilletas indicando a los niños el uso correcto de las mismas.
NOTAS
- En esta edad ya dominan el uso de la cuchara si se ha vendió ejercitando con anterioridad, la agarran por el extremo del mango. Aún les cuesta pinchar con el tenedor, se les puede ayudar ofreciendo alimentos blandos y dejaremos que solos lo lleven a la boca.
- La mejor actividad para que aprenda es dejarle comer solo.Es imprescindible que disfrute del alimento y del acto social que representa el compartir la comida con otros niños y adultos.
- Posiblemente derrame algo de comida o utilice el dedo para ayudarse, en estos casos no conviene reñirle, tan sólo indicar el modo correcto de hacerlo.
- Siempre se reforzarán los logros diciendo que es muy mayor y lo bien que sabe comer solo.
- Se necesitará colaboración por parte de los padres, permitiendo que en casa coman solos y que tomen los líquidos en vaso, abandonando el uso del biberón.

IDENTIFICAR PARTES DEL CUERPO EN SI MISMO, EN OTRAS PERSONAS Y EN ILUSTRACIONES. (1821.1.7)
a) El educador toca la cabeza de cada niño mientras repite varias veces el nombre de la parte señala. Después pide que cada niño señale su cabeza. Repetir el ejercicio con pelo, ojos, nariz, boca, orejas, brazos, manos, piernas, pies y tripa.
b) El educador señala su propia cabeza. Luego cada niño señalará la cabeza del educador. Repetir la actividad con las partes indicada en el ejercicio anterior sobre el cuerpo del educador.
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c) Colocar a los niño frente al espejo y jugar a señalar las partes aprendidas sobre las imágenes reflejadas.
d) Situar a los niños en parejas, uno frente a otro. Pedir que cada niño señale partes del cuerpo del compañero.
e) Colocamos papel continuo sobre el suelo. Tumbado un niño sobre el papel dibujamos su silueta. Una vez recortada, la pegamos en la pared y pintamos el pelo pidiendo a los niños que lo nombren. Seguimos con los ojos, nariz, boca, etc...
f) Utilizar el dibujo anterior, una vez concluido, para que los niños señalen las partes que vayamos indicando.
g) Realizar en madera o cartón duro un muñeco articulado del tamaño de un niño de uno o dos años. En tela, fieltro o cartón, hacer diferentes partes del cuerpo (ojos, nariz, boca, pelo, orejas, etc.) que puedan pegarse con velcro. Mostrar varias veces a los niños donde se sitúa cada parte. Después solicitar a cada niño que coloque una pieza en el muñeco
h) Enseñar láminas, cuentos o revistas donde aparezcan adultos o niños. Los niños señalarán las partes del cuerpo que el educador nombre.
i) Cantar canciones sobre partes del cuerpo localizándolas según cantamos.
NOTAS
- Aprovecharemos las actividades de identificar partes del cuerpo para ejercitarlas. Por ejemplo: Los ojos→gimnasia ocular “mirar abajo, arriba, derecha, izquierda. Abrir y cerrar fuertemente los ojos. Parpadear. Mirar alternativamente tapando un ojo y luego otro. Acomodación visual fijando la vista en un punto cercano y otro lejano de forma alternativa...”
La oreja (oído): “escuchar el silencio, hacer mucho ruido, con una grabación de música clásica y otra de rock, otra de música en ingles, ...”
Hacer lo mismo con cada una de las partes del cuerpo que los niños aprenden.

UTILIZAR EL NOMBRE PARA REFERIRSE A SI MISMO. (1821.1.8)
a) Todos los niños se sientan en corro. Cada uno va levantándose y diciendo su nombre a los compañeros.
b) Colocar sobre la mesa fotografías de todos los niños. Cada uno buscará su propia fotografía y dirá su nombre.

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c) Repetir la actividad anterior con las fotografías de las familias de los niños. Cuando un niño encuentre la fotografía de su familia el educador señalando la imagen del padre dirá “es el papá de ..”, para que el niño diga su nombre.
d) Cuando los padres lleguen a la clase para recoger al niño, el educador le pregunta ¿a quien viene a buscar?.
e) En el patio el educador pregunta ¿ a quien tiro la pelota ?. Cuando un niño responda con su nombre le tirará la pelota e invitará a otro niño para que responda con su nombre.

NOTAS
- El niño de edad tiene tendencia a seguir utilizando su nombre en tercera persona: “Juan a dormir”. Trabajaremos en el uso de pronombres en primera persona y le repetiremos las frases correctamente cuando él no lo haga.

PROGRESA EN AUTOCUIDADO. (1821.1.9)
a) Siempre que un niño esté en una situación que le pueda reportar algún daño, el educador le explicara de forma clara y concisa cuáles pueden ser las consecuencias.
b) Mostrar a los niños aquellos elementos o situaciones que les pueden dañar. Por ejemplo los enchufes, las cacerolas calientes, acercarse a la cocina cuando se esta guisando, subirse a sillas o lugares altos, etc...
NOTAS
- Debemos desdramatizar las situaciones en que los niños tienen pequeños golpes o caídas sin relevancia. Hay que motivarles para que se recuperen solos y lo eviten en el futuro, sin negarles el derecho a sentirse mal por ello, se pueden utilizar frases como: “Ya se que te has caído. Tú eres muy mayor y sabes levantarse solo, ¿verdad?”.
- La mujeres tendemos a proteger en exceso a los niños evitándoles pequeños peligros que ellos deben aprender a evitar solos. Pequeñas experiencias desagradables les ayudan a evitar otras mayores en el futuro.

c) Pedir a los niños que recojan algún objeto que ha caído debajo de la mesa. Avisarles que al levantarse pueden golpearse en la cabeza.
d) Que los niños realicen circuitos por la clase rodeando obstáculos.
e) Iniciar a los niños en el cuidado de sus cosas personales como la ropa, útiles de aseo, etc...
CONOCER LOS ESPACIOS DE LA CLASE. (1821.2.1)
a) En la primera hora de la mañana mostrar a los niños el lugar donde se encuentran las perchas para colgar chaquetas, abrigos, mochilas u otros objetos personales. Establecer la rutina de usar las perchas cuando los niños lleguen.
b) Enseñar la zona de reposo o sueño donde se encuentran las colchonetas o cama para dormir. Dramatizar con los niños el momento de acostarse tener sueño, bostezar, tumbarse, cerrar los ojos, etc...
c) Llevar a los niños a la zona de lectura. Enseñarles el lugar donde guardamos las láminas, cuentos, revistas, etc. Indicarles como nos sentamos a “leer” y como recogemos y guardamos los materiales.
d) Repetir la actividad anterior en la zona de materiales plásticos, de música, etc...
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e) Pedir a los niños que realicen distintos desplazamientos (caminando lento, rápido, gateando, reptando, etc.) indicando la zona o espacio al que deben llegar.
NOTAS
- Con estas actividades, entre otros objetivos, conseguiremos que el niño conozca los distintos espacios, aprenda la utilidad de cada uno y adquiera la seguridad de moverse confiado y de forma espontanea. Para ello visitaremos todos los espacios explicando de forma clara lo que hacemos en cada uno y los materiales que contienen.

MOVERSE POR LAS DEPENDENCIAS DEL CENTRO. (1821.2.2)
a) Llevar a los niños al cuarto de baño. Explicar lo que hacemos en él: abrir el grifo, lavar las manos o la cara, secarse, peinarse, hacer “pis”, etc...
NOTAS
- Cuanto más conozca el niño su entorno, sentirá más seguridad e independencia.
- Se valorará al recibir encargos del educador iniciándose en pequeñas responsabilidades.

b) Visitar la cocina, facilitar el que los niños conozcan al personal encargado y les expliquen sus actividades: preparar ingredientes, hacer la comida, limpiar, etc. Enseñarles elementos como el fregadero, frigorífico, lavavajillas, etc...y su utilidad.
c) Hacer pequeñas excursiones a otras clases. Facilitar el que conozcan a la educadora, a los niños y los espacios de cada aula.
d) Visitar el despacho de Dirección y observar los elementos que lo componen: mesa, sillas, ordenador, estanterías, etc...
e) Recorrer toda la superficie del patio realizando juegos libre y dirigidos.
f) Pedir de vez en cuando a algún niño que lleve un papel u otro objeto a la educadora de otra clase, al despacho o a la cocina.
IDENTIFICAR A LOS MIEMBROS DE SU FAMILIA. (1821.2.3)
a) Cuando lleguen a recoger a cada niño, hacerle preguntas acerca de la persona que ha llegado: ¿quien es? ¿Como se llama?.
b) Pedir a los padres que lleven fotografías de las diferentes personas que componen la familia, anotando en la parte posterior los nombres y parentescos. Realizar preguntas a cada niño sobre las fotografías de su familia.
NOTAS
- Una vez que los niño identifiquen a sus padres y hermanos podemos ampliar a otros miembros como los abuelos, tíos y primos.

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c) Enseñar láminas grandes con dibujos que representan a una familia en diferentes situaciones: sentados a la mesa comiendo, paseando por el parque, viajando en coche, etc...preguntar a los niños por las diferentes figuras y sobre lo que están haciendo.
d) Colocar las fotografías de las familias de los niños sobre la mesa y pedir que cada uno busque a su familia.
RECONOCER MATERIALES, JUGUETES Y ÚTILES DE ASEO Y COMIDA. (1821.2.4)
a) Repetir a menudo el nombre de los materiales mientras los niños los están utilizando.
b) Al comienzo de una actividad, solicitar la colaboración de los niños al preparar los materiales. Pedir a cada uno que acerque algo: la plastilina, la flauta, las pinturas, o cualquier material de que se trate.
c) En los ratos de juego libre, pasear por la clase o por el patio preguntando a los niños por el nombre del juguete que tienen, o bien pedir que señale alguno cercano.
d) En el momento del aseo, pedir a cada niño que nos acerque jabón, peine, toalla u otros elementos que utilizan habitualmente.
e) Los padres traerán al Centro una bolsa de aseo con toalla, cepillo de dientes, peine, toallitas húmedas y pañuelos de papel.
Pediremos a los niños que saquen el peine de la bolsa, les explicaremos para qué sirve y repetiremos la actividad con cada uno de los útiles de aseo.
NOTAS
- Cuando los niños reconozcan los objetos pasaremos a trabajar la pronunciación de sus nombres.
- Podemos dibujar alguno de estos objetos o modelarlos en plastilina mientras los niños tratan de identificar lo que hacemos.
- Trabajaremos también el orden y el cuidado de los objetos por parte de los niños.

f) Los niños ayudarán a colocar las mesas a la hora de comer. Nombrarán los elementos que se colocan: cuchara, tenedor, plato, vaso, servilleta, jarra, etc...
g) Colocar sobre la mesa diferentes juguetes y, entre ellos, cucharas, tenedores, vasos y otros elementos relacionados con la comida. Los niños buscarán las cosas que sirven para comer.
COMPARTIR OBJETOS O COMIDA. (1821.2.5)
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a) Utilizar alimentos de plástico (huevos, salchichas, frutas, etc...) Cada niño cogerá un alimento determinado y se lo entregará a otro niño.
b) A la hora de merendar, sentar a los niños alrededor de la mesa y pedir que cojan trocitos de comida y los lleven a la boca del niño que está sentado a su lado.
c) Realizar juegos en los que tengan que intercambiar objetos. Por ejemplo: Los niños que tienen una pelota se sientan. Los que tienen un coche están de pie. Intercambian los coches y las pelotas y repiten la actividad.
d) Sentar al grupo de niños en un corro, darle un juguete a cada uno y pedir que lo vayan cambiando: “Daniel da la pelota a Luis”, “Luis da el muñeco a Daniel”, etc...
NOTAS
- Alabar a los niños siempre que observemos que comparten alimentos o juguetes. Se trata de que encuentren un beneficio inmediato por desprenderse de algo. La atención y aprobación del educador puede ser suficiente beneficio.

RECONOCER A EDUCADORES Y COMPAÑEROS. (1821.2.6)
a) Cuando los niños requieran la atención o la ayuda del educador, pedir que utilicen su nombre.
b) A la hora de salir, los padres preguntarán al niño por el nombre del educador.
c) Encargar a los niños que entreguen algún objeto a un educador de otra clase, refiriéndose a éste por su nombre.
d) Decir a cada niño que le de un juguete a otro niño concreto.
e) Con los niños sentados en corro, pedir a uno concreto que se ponga de pie y al resto de niños que digan su nombre. Repetir la actividad con cada uno de los niños.
f) Colocar a los niños sentados frente al espejo. Cada niño se levanta y dice su nombre mirando la imagen reflejada.
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NOTAS
- Cuando los niños reconozcan a educadores y compañeros pediremos que los vayan llamando por su nombre.

PARTICIPAR EN RUTINAS Y ACTIVIDADES GRUPALES. (1821.2.7)
a) Establecer rutinas a lo largo de toda la actividad diaria. Esto ayuda a los niños a asociar los momentos del día con la actuación correspondiente y le da la seguridad de interiorizar lo que esperamos de él, entre otros muchos beneficios.
Algunas rutinas pueden ser:
- Saludo al entrar en clase.
- Quitarse el abrigo o chaqueta y colgarlo.
- El aseo después de utilizar materiales plásticos u otros con los cuales los niños se manchan, también después de las comidas, al regresar del patio o antes de la salida.
- Recoger los materiales o juguetes al concluir una actividad.
- Sentarse en el inodoro en el cambio de pañal.
- Cantar la misma canción antes de salir al patio.
- Coger la chaqueta o abrigo e intentar ponérsela antes de la salida.
- Etc...
b) Ofrecer grandes dibujos sobre papel continuo en el suelo. Proponer a los niños que los rellenen de colores en grupo. El educador será uno más pintando y propiciará que se ayuden entre ellos.
c) Disfrazarse y escenificar personajes de un cuento corto.
d) Sentarse en corro, dar una pelota a un niño, éste se la pasará al compañero y éste a su vez al de al lado, y así sucesivamente.
e) Todos los niños frente al espejo cantan canciones cortas acompañadas de movimientos.
f) Hacer un tren con los niños agarrados por la cintura e imitar el sonido del tren. Intentar el desplazamiento del tren unos pasos.
g) Jugar al “corro” agarrados de las manos.
h) Recitar retahílas o poesías cortas todos juntos.
i) Observar como otro compañero juega con el ordenador, mientras esperan turno.
NOTAS
- El niño de 18 meses sigue siendo reacio a los cambios y transiciones bruscas. Los cambios repentinos le asustan. Establecer rutinas diarias en los mismos horarios le hará sentirse bien porque sabe la actividad que sigue a la que esta realizando.
- En esta edad les agrada el juego espontaneo y ensimismado pero participan bien en actividades grupales si son de duración corta.

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DISTINGUIR ANIMALES DOMÉSTICOS Y SUS ONOMATOPEYAS. (1821.2.8)
a) Mostrar una lamina grande con el dibujo o fotografía de un perro, emitir su onomatopeya y pedir a los niños que jueguen a ser perritos gateando y diciendo “guau”. Repetir la actividad con gatos, pollitos, pajaritos, caballos, etc...
b) Utilizar cuentos de imágenes con animales. Señalar cada animal y pedir a los niños que hagan el sonido correspondiente.
c) Si se dispone de jaula con pájaros, repetir la actividad anterior, pidiendo a los niños que muevan los brazos como las alas del pájaro e imiten el sonido.
d) Colocar cuatro láminas de animales en la pared, a la altura de los ojos de los niños. El educador emite una onomatopeya y los niños señalan la lámina correspondiente nombrando al animal.
e) Utilizar animales de plástico y hacer un pequeño corralito. Los niños irán metiendo los animales que nombre el educador.
NOTAS
- La rápida evolución motora del niño facilita el que los movimientos que imitan a los de diferentes animales sean más precisos; en cuclillas pueden mover los brazos y a la vez la cabeza emulando al pollito o la gallina que comen granos de trigo. Agarrado a las manos del educador puede saltar como un canguro que, debajo del jersey lleva a su hijo (un peluche). A cuatro patas avanzará rápido el pero, etc...
- Trabajaremos la utilización de artículos al nombrar a los animales: un perro, el perro, los perros, etc...

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ASOCIAR DOS PALABRAS, COMO MÍNIMO, EN LA FORMACIÓN DE FRASES. (1821.3.1)
a) Acostumbrar a los niños a asociar personas, animales y cosas con cualidades: Mamá-guapa, balón-grande, nene-bueno, etc. Intentar, progresivamente que incorpore el verbo en la frase y los artículos.
b) Enseñar láminas que representen situaciones habituales para los niños y pedir que las describan respondiendo a preguntas del educador (niño come, mamá limpia, coche corre, etc...). Más adelante incorporará los artículos.
d) Mostrar un objeto a los niños y decirles “Esto es un -----------”. ¿Qué es ésto? Y los niños repiten “es un ----------”. Realizar la actividad con diferentes objetos.
e) Utilizar frases cortas para que todos los niños repitan juntos, Ejemplo: “Sara come pan”, el educador muestra al mismo tiempo una lamina donde una niña come pan.
NOTAS
- En este trimestre los niños han de superar la etapa de holofrases, ésto es, es uso de una sola palabra como toda una construcción gramatical. Siempre que los niños las utilicen el adulto repetirá la frase completa. Por ejemplo, un niño dice “dormido” y el educador dice “si, Luis está dormido”. “Ahora tú, Luis está dormido”.

REALIZA PREGUNTAS ELEVANDO LA VOZ AL FINAL DE FRASE O PALABRA. (1821.3.2)
a) Hacer preguntas a los niños exagerando la entonación de las mismas. Ejemplo: ¿Estás jugando? ¿Te has manchado? ¿Tienes zapatos?.
Pedirles que ellos hagan preguntas a los compañeros.
b) Repartir animales de plástico. El educador indica a un niño que pregunte ¿Donde está el perro?, el niño que lo tenga se lo entrega al que preguntó, que a su vez preguntará ¿donde está el gato? Y así sucesivamente.
c) Cuando un niño proteste o llore se animará al resto de niños para que le pregunten ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?
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d) Un grupo de niños se sientan en el suelo y el resto en sillas, Cada niño preguntará ¿Donde estoy? Y el educador junto al resto de niños responderá “Sentado en la silla” o bien “sentado en el suelo”.
NOTAS
- Al principio los niños realizan las preguntas con una sola palabra, normalmente un verbo (¿comes?). les ayudaremos para que incorporen pronombres, adjetivos, adverbios, etc...(¿tú comes?, ¿comes mucho?...)

RESPONDER A PREGUNTAS ALTERNATIVAS.
a) El educador pregunta a cada niño ¿Tienes brazos?, ¿Llevas falda?, ¿Te llamas Luis?, etc...y le irán respondiendo sí o no.
b) Realizar preguntas que hagan optar al niño por una respuesta de dos opciones dadas. Ejemplo: ¿Quieres naranja o manzana?, ¿Daniel es grande o pequeño?, ¿Esto es un gato o un perro?.
c) Cuando los niños utilicen pintura de dedos, temperas o pinturas de cera, preguntar que color prefieren de dos dados. Ejemplo: ¿Quieres la pintura roja o la amarilla?.
NOTAS
- Permitir que los niños muestren sus preferencias a la hora de ver cuentos, cantar canciones, hacer juegos,... Por el momento no conviene dar más de dos opciones para que descarten una.
- Cuando los niños respondan a las preguntas podemos indicarles el modo de formar una frase correcta, por ejemplo: Muy bien, entonces dices “yo quiero el rojo”.

d) En la comida o merienda preguntar si prefieren zumo o leche.

PRESTAR ATENCIÓN A UN CUENTO O CANCIÓN DURANTE 4 Ó 5 MINUTOS.
a) Hacer representaciones cortas con marionetas y guiñol.
b) Cantar canciones acompañadas de movimientos.
c) Contar cuentos de no más de 5 minutos. Dramatizar los personajes.
d) Contar cuentos mientras los niños observan las láminas correspondientes.
e) Contar un cuento sobre animales escenificando con los animales de plástico la historia.
f) Después de realizar ejercicios de relajación, poner una grabación de música cantada en inglés. Hacer lo mismo con música clásica y baladas mientras jugamos a oír la música.
NOTAS
- Tras las actividades de tensión y la entrada del patio es recomendable realizar ejercicios de relajación durante 4 ó 5 minutos. Los niños se tumban boca arriba sobre colchonetas, los brazos y las piernas descansan sobre la superficie estirados. El educador susurra: “Ahora estamos dormidos. Cerramos los ojos. Nuestra cara está dormida. Los brazos están dormidos. Las manos están dormidas. Las piernas están dormidas. Los pies están dormidos”. El educador habla despacio mientras suena de fondo una pieza de música clásica.

IMITAR TRAZOS SIN DIRECCIÓN DETERMINADA.
a) En la arena del patio, o si no se dispone de éste utilizando una bandeja con arena, los niños trazan rayas con la mano. Se puede ayudar al principio humedeciendo la trayectoria de la línea para que los niños marquen con la mano el camino que se ha marcado.
b) Tumbar un encerado pequeño en el suelo y trazar una línea gruesa con tiza húmeda. Coger el dedo de cada niño y pasarlo por encima del trazo. Después ofrecer una tiza seca para que hagan otros trazos.
c) Colocar papel continuo sobre el suelo y trazar una línea muy gruesa con pintura de dedos delante de los niños. Con pintura de diferentes colores, los niños harán trazos.
d) Hacer líneas en el encerado con el dedo mojado. Pedir que los niños hagan lo mismo.
e) Pintar líneas en el suelo, en el encerado, sobre cartulina negra, etc..., con tizas blancas y de colores.
f) Ofrecer a los niños “pizarras mágicas” (pequeñas pizarras que hacen marcas fosforescentes al contacto con el dedo y se borran al levantar el plástico que protege la pizarra). Invitar a los niños a hacer trazos diferentes.
g) Utilizar papel dina 3 para que los niños realicen trazos libremente con diferentes materiales.

NOTAS
- Cuando los niños garabateen y hagan trazos habitualmente, podemos iniciarles en la imitación de trazos horizontales y verticales, los realizará sin discriminación de la dirección de los mismos.

CONSTRUIR TORRES CON 5 CUBOS COMO MÍNIMO.
a) Con cajas de zapatos o galletas, realizar torres con la mayor altura posible. El educador indicará primero el modo de hacerlo y les ayudará.
b) Construir torres con cubos grandes de goma-espuma, otras figuras geométricas y piezas de construcción.
c) Hacer torres con cubos de tamaño descendente.
d) Utilizar cubos de madera y ayudar a los niños para que vayan aumentando progresivamente el número de cubos que colocan. La ayuda se retirará a medida que los niños avancen en habilidad y precisión manual.
e) Cuando los niños realicen las actividades anteriores con facilidad, ofrecerles cubos de menos tamaño hasta conseguir que construyan torres con cubos de 3 ó 4 centímetros de lado.
NOTAS
- El mejor modo de ejercitar la coordinación motriz fina con los cubos, es la utilización de cubos de 3 ó 4 cm. de lado. La actividad de flexores para asir los cubos y extensores para soltarlos es muy beneficiosa.
- A los 18 meses, como imitación, coloca 3 cubos. Alrededor de los 20 meses puede construirla de 4 cubos y suele derribarla al intentar poner el quinto. Si se ejercita habitualmente, concluirá los 21 meses haciendo torres de 5, incluso más cubos.

COLOCA CUBOS EN FILA IMITANDO AL TREN.

a) Jugar con coches, autobuses y trenes de plástico y madera cobre la mesa o en el suelo. Los niños imitarán el sonido de estos medios de transporte y los desplazarán simulando a los reales.
b) Colocar un cubo de plástico o madera en la mesa e imitar el movimiento y sonido de un coche. Invitar a los niños a jugar del mismo modo.
c) Repetir la actividad anterior juntando dos cubos e imitando al autobús.
d) A las actividades anteriores añadir un cubo más para imitar al tren.
e) Situar varias cajas de cartón como vagones del tren. Meter dentro muñecos de tamaño pequeño como pasajeros, imitar el sonido del tren e intentar desplazarlo un poquito empujando las cajas.
f) A medida que los niños dominen la actividad, disminuir el tamaño de las cajas o cubos.
NOTAS
- Cuando los niños desplacen los cubos adelante con habilidad, podemos realizar la actividad sobre un circuito, en el suelo pintamos calles o vías anchas sobre las que desplazar el tren (3 cubos máximo) y una estación a la que deban llegar.

AUMENTAR EL VOCABULARIO.

a) Hacer láminas con dibujos o fotografías de cosas cuyo nombre sea monosílabo (sol, pan, pie, sal, gol, tren,...). Mostrar las láminas a los niños varias veces a lo largo del día. Indicar el nombre de la lámina con claridad y pedir a los niños que los repitan.
b) Enseñar cada una de las láminas anteriores a los niños y pedir que digan como se llama cada objeto. 27
c) Colocar varias láminas en la pared. Decir el nombre de una de ellas y los niños señalarán a la que nos referimos
d) Cuando los niños dominen el vocabulario de las láminas de monosílabos, preparar otras con nombres bisílabos (coche, mesa, silla, árbol, bote, etc..). Repetir las mismas actividades descritas para los monosílabos y aumentar las láminas a medida que adquieran el vocabulario correspondiente.
e) Realizar láminas y actividades con sustantivos trisílabos..
f) En todas las actividades diarias hablar de forma clara y concisa, pidiendo a los niños que repitan el nombre de personas, animales o cosas que vayan surgiendo en las actividades.
g) Realizar numerosas preguntas a los niños en todas las situaciones diarias, ayudarles en la formación de frases para las repuestas cuando se observe dificultad en el niño para responder.

NOTAS
- Después de haber ejercitado con las láminas distribuidas por el número de sílabas del nombre del objeto que contienen, podemos agruparlas en objetos relacionados entre si y cada día de la semana realizar la actividad de identificar y nombrar cada lámina de un grupo. Estos grupos pueden ser: Alimentos, útiles de cocina, objetos de aseo y baño, juguetes, animales, elementos de la calle y del parque, instrumentos musicales, etc...

evaluación de los niños y niñas

OBJETIVOS NIÑOS-NIÑAS

1.-Coordinar movimientos.
2.-Mantenerse sobre un solo pie unos instantes.
3.-Doblar la cintura para recoger objetos.
4.-Subir y bajar escaleras agarrado a la barandilla.
5.-Adquirir hábitos higiénicos generales.
6.-Comer solo con un mínimo de limpieza.
7.-Identificar partes del cuerpo en sí mismo, en otras personas y en ilustraciones.
8.- Utilizar el nombre para referirse a sí mismo.
9.- Progresar en autocuidado.
10.-Conocer los espacios de la clase.
11.-Moverse por las dependencias del Centro.
12.-Identificar a los miembros de su familia.
13.-Reconocer materiales, juguetes y útiles de aseo y comida.
14.-Compartir objetos o comida.
15.-Reconocer a Educadores y compañeros.
16.-Participar en rutinas y actividades grupales.
17.-Distinguir animales domésticos y sus onomatopeyas
18.-Asociar dos palabras, como mínimo, en la formación de frases.
19.-Realizar preguntas elevando la voz al final de frase o palabra.
20.-Responder a preguntas alternativas.
21.-Prestar atención a un cuento o canción durante 4 ó 5 minutos.
22.-Imitar trazos sin dirección determinada.
23.-Construir torres con mínimo 5 cubos.
24.-Colocar cubos en fila imitando al tren.
25.-Aumentar el vocabulario.

C : conseguido N : no conseguido D : en desarrollo
Casa a prueba de niños

Todos los consejos para evitar que el niño pueda hacerse daño en casa.
Los niños sienten una gran curiosidad por el mundo que les rodea. Cada objeto de la casa, más o menos grande, de un mayor o menor colorido, les atrae enormemente, por lo que sienten la necesidad de explorarlo, ya sea con sus manitas o con su boca. Por ello, la casa, tan segura para los adultos, puede suponer un verdadero peligro para el bebé. De hecho, según las estadísticas, los accidentes domésticos provocan más daños que cualquier enfermedad. La consigna para evitarlos es la prevención: hagamos que la casa resulte lo más segura posible. Para ello, se han de inspeccionar todas las estancias de la casa, y asegurarnos que todos los ambientes están hechos a medida del bebé. Veamos, habitación por habitación, qué aspectos debemos tener presentes.
Su habitación
• La habitación del niño tiene que ser muy sencilla, con pocos muebles apoyados en las paredes (nunca debajo de las ventanas), de manera que le quede espacio para moverse y jugar.
• Los enchufes deben estar provistos de protección, para que el niño no pueda introducir una punta metálica y sufra una sacudida.
• El posible humidificador debe colocarse fuera del alcance del niño, y el agua debe cambiarse todos los días, para evitar que se contamine con bacterias y otros gérmenes.
• El cambiador debe ser estable y tener unas dimensiones adecuadas, para poder cambiar cómodamente al bebé. Nunca se ha de dejar solo al niño encima del vestidor.
• Su cunita debe ser sólida y estar dotada de protectores y barandillas de unos 60 centímetros de altura a partir del somier. La distancia entre los barrotes debe ser de entre 6 y 7,5 centímetros, para evitar que el bebé introduzca la cabeza entre ellos. Las barandillas deben tener al menos 60 centímetros de alto, y las laterales abatibles deben contar con un sistema de cierre de seguridad, que impida al bebé subirlas o bajarlas.
• La almohada no ha de ser demasiado blandani excesivamente grande, para evitar una posible asfixia. Es preferible que esté fabricada en gomaespuma con orificios de ventilación, que permiten al bebé respirar correctamente.
El baño
• Los medicamentos deben estar fuera del alcance de los niños, o guardados en pequeños armarios cuyas puertas puedan quedar bloqueadas.
• Hay que prestar mucha atención a los aparatos eléctricos: el secador de pelo, la radio y las máquinas de afeitar, por ejemplo, no deben dejarse nunca con el enchufe conectado, pues, si caen en la bañera mientras nos lavamos, pueden provocar una electrocutación.
• Para evitar que el niño se resbale en la bañera, es aconsejable aplicar en el fondo unos adhesivos antideslizantes o una alfombrilla.
• Se debe controlar que la temperatura del agua no sea demasiado caliente; el calentador de agua debe ponerse a una temperatura máxima de 45 grados.
• El inodoro debe mantenerse siempre cerrado, para que el niño no introduzca las manos dentro.
La cocina
• Hay que evitar que el niño se acerque a los fogones encendidos o al horno, ya que la temperatura de su cristal puede ser muy alta.
• Es preferible tener una cocina con pantalla protectora, para que las ollas no se puedan volcar de forma accidental; los mangos de las sartenes y de las ollas no deben sobresalir, para evitar que el niño pueda agarrarlos y derramarse encima su contenido.
• El horno y los quemadores deben estar equipados con los correspondientes dispositivos de seguridad, que impiden la salida del gas en caso de que la llama se apague de repente.
• Nunca se debe tener en brazos a un niño mientras cocinamos, tomamos café o un plato de sopa hirviendo.
• El calientabiberones también debe mantenerse fuera del alcance de los niños, con el nivel del agua reducido al mínimo y la temperatura debidamente regulada.
• La trona debe tener una base suficientemente ancha para evitar que vuelque. No hay que olvidar sujetar al niño con el cinturón de seguridad, para evitar posibles caídas.
• Detergentes, cerillas, encendedores, cuchillos, tijeras, objetos afilados, desinfectantes, insecticidas, etc., deben mantenerse guardados en cajones y armarios, bloqueándolos con las cerraduras correspondientes.
El comedor y el resto de habitaciones
El comedor requiere una atención especial, pues es el lugar de la casa en el que los niños pasan más tiempo, ya que prefieren estar con las personas mayores antes que permanecer solos en su habitación.
• Jarrones, objetos de cerámica y centros de mesa de cristal deben colocarse en sitios altos, para evitar que el niño, al cogerlos, pueda cortarse o bien tragarse algún trocito.
• Los cristales pueden protegerse con una película especial de plástico transparente, para que, en caso de que el niño se golpee contra ellos, no puedan astillarse y le hieran.
• El equipo de música y el televisor deben situarse también en un lugar alto, y siempre en muebles estables.
• Hay que cubrir todos los cantos agudos de los muebles con protecciones de goma. Lo mismo puede decirse respecto a las puertas y ventanas.
• Se deben eliminar cuanto antes los cables eléctricos que cuelgan, los alargadores y los cables que pasan por debajo de las alfombras.
• Hay que prestar mucha atención a los suelos demasiado pulidos o encerados, porque pueden provocar resbalones y caídas a los niños.
• Los cajones y puertas deben disponer de los correspondientes dispositivos anticierre, para evitar que el pequeño pueda pillarse los dedos.
• No se deben dejar sillas o taburetes cerca de las ventanas, y aún menos de los balcones, en los que no debe haber objetos (mesitas, macetas, etc) que puedan servir para que el niño se encarame a la barandilla.