Niños y televisión

Descubre los pros y los contras de la pequeña pantalla respecto al público infantil.

En verano los niños rompen con las rutinas del resto del año y disfrutan de más tiempo libre para su diversión. Por eso, es muy común que durante estos meses aumenten el consumo de televisión. Descubre cómo conseguir que vean la tele de forma responsable.

¿La televisión es buena para los niños?


Su valor positivo o negativo en el crecimiento de los niños en edad preescolar depende de la calidad y de los contenidos de los programas que ve el pequeño, así como del tiempo que transcurre delante de la pequeña pantalla.

La televisión puede favorecer el crecimiento y la educación, informar e incluso formar, a través de programas de calidad, es decir, de las transmisiones concebidas especialmente para los más pequeños, que ofrecen dibujos animados, animaciones de muñecos y secciones llenas de actividades para realizar en casa, con el fin de estimular el aprendizaje de nuevos conocimientos y el desarrollo de las capacidades del niño.

Para los niños en edad escolar, en cambio, existen formatos televisivos innovadores, como las noticias para chicos, los documentales juveniles (que, a menudo, son animados), con temas de historia, geografía o ciencias naturales, o bien los programas de entretenimiento de sobremesa, concebidos para estimular el desarrollo de las capacidades cognitivas, lógicas y lingüísticas.

¿Cómo debe ser un programa televisivo adecuado para los niños?

De buena calidad y de agradable entretenimiento.

•Debe satisfacer las principales necesidades de los pequeños (capacidad de realizar experiencias reales y propias, aumentar la autonomía, etc.), así como proponer valores humanos y cívicos positivos y el respeto hacia la dignidad de las personas.

•Debe potenciar la capacidad crítica de los niños.

•Ha de favorecer su participación, ofreciéndole un espacio para expresar sus problemas y sus puntos de vista.

La televisión "canguro"

En nuestro país, los niños en edad preescolar ven la televisión una media de entre dos y dos horas y media al día. Se trata de un dato alarmante si se piensa que los pequeños dedican al juego y al estudio un tiempo inferior y que, además, la mayor parte del tiempo están solos delante de la pantalla. Otro dato alarmante afecta a la forma y a la hora en la que los niños se van a dormir.

Los resultados de una investigación llevada a cabo por el Observatorio de televisión internacional "TeleMouse", a partir de una muestra de 865 padres de niños de entre dos y seis años, confirman que los niños que se duermen delante del televisor alcanzan un porcentaje del 63 por ciento, mientras que sólo el 17 por ciento de los pequeños se duermen en su cama.

Asimismo, la hora en la que los pequeños se van a dormir tiende a desplazarse hacia delante. Un notable porcentaje de niños se duerme después de las 22.30.

Los consejos de los expertos

La forma de ver la televisión de un niño es diferente de la de un adulto. Los niños ven la televisión para hacerse una imagen del mundo de los adultos. Los tiempos de atención de un niño pequeño son breves. Muchas veces, no son capaces de seguir la trama y corren el riesgo de quedarse sólo con las imágenes más fuertes, y no con las que tienen un valor emocional concreto.

Por este motivo, es importante seguir algunas reglas. Veamos cuáles son:

•No a la televisión durante las comidas.

•No a la televisión en la habitación del niño.

•No a los deberes con la televisión encendida.

•Establecer un límite de tiempo.

•Discutir con el niño la elección de los programas y verlos con él.

•No a los programas que contienen escenas de miedo o de violencia.

El código de autorregulación

Las empresas de televisión públicas y privadas deberían establecer un código de autorregulación para sus emisiones televisivas, considerando que, especialmente en determinadas franjas horarias, la audiencia televisiva también está formada por niños.

Este código de autorregulación debe contribuir positivamente al desarrollo de la personalidad de los pequeños telespectadores y evitar enviarles mensajes que puedan ser perjudiciales para su desarrollo. En definitiva, se debería proteger al niño de informaciones y materiales dañinos para su bienestar.

Las reglas de la televisión adecuada para los niños afectan tanto al contenido de los programas como a la publicidad. Veamos los puntos principales.

•La programación que va desde las 7 a las 22.30 debe tener en cuenta las exigencias de los telespectadores de todas las franjas de edad, dentro del respeto a los derechos del espectador adulto, de la libertad de información y del papel educativo de la familia con respecto al niño.

•Es preciso colaborar con el sistema escolar para educar a los niños de acuerdo a una adecuada alfabetización televisiva, incluso con la ayuda de expertos en este campo.

•Se deben adoptar sistemas de señalización visual sobre la adecuación de los programas al comienzo de cada bloque de transmisión, poniendo una especial atención en los programas de última hora de la tarde.

•La publicidad no debe incitar a los niños a comprar, abusando de su natural credulidad e inexperiencia.

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